Presentamos esta agradable
circular que comienza en el puerto pesquero de Conil, paseamos por los pinares
de Roche, siguiendo siempre al río del mismo nombre, hasta la urbanización. Sin
entrar en ella, enlazamos con la franja de los acantilados para volver en
sentido inverso visitando cada una de las encantadoras calas (Frailecillo,
Pato, Tío Juan de Mairena, del Faro…) hasta encontrarnos con la gran torre-faro
de Roche y desde allí bajar al parking donde hemos dejado el coche junto a un
enorme almacén de anclas.
Este sendero discurre paralelo al cauce del río Roche conectando el Puerto de Conil con la urbanización. La zona se encuentra situada en el monte público Dehesa de Roche que es Lugar de Interés Comunitario.
En varios puntos podemos apreciar perfectamente el perfil
estratigráfico de las terrazas del río Roche.
En el pinar se encuentran varias formaciones vegetales, predominando el pino piñonero con matorral de lentisco. Se pueden encontrar algunos alcornoques y acebuches aislados, testigos de lo que fue la zona antes de las repoblaciones de pinos.
En el entorno del río se encuentra una frondosa vegetación de ribera con especies como lentiscos, ruscos, jérguenes, aladiernos, cañas, trepadoras, helechos, majuelos, zarzamoras…
En este punto decidimos cruzar el río buscando la urbanización. Aún podríamos seguir avanzando sin cruzarlo y hacerlo unos centenares de metros más arriba.
Inicio del sendero de los acantilados y las calas de Roche. Predominio del lentisco, palmito, aulaga, romero, y enebro. Estas especies vegetales adoptan un porte rastrero, un tanto acostado por el envite del viento.
Una completa cartelería nos explica el proceso de recuperación de la planta estrella de la zona: el enebro costero (Juniperus oxycedrus subsp. Macrocarpa).
Cala del Pato. Todo este sector del litoral fue devastado y transformado como consecuencia del maremoto que siguió al terremoto de Lisboa de 1755.
Las bajadas a la playa nos permiten observar la columna estratigráfica de los acantilados de Roche. Los materiales son de la edad pliocena, con una cobertera cuaternaria.
Los bloques que encontramos al pie del acantilado proceden de desprendimientos de la parte superior al socavar las olas su base. Posteriormente el oleaje los erosionará, volviendo a minar la base del escarpe.
Faro de Roche. Ubicado en el puerto pesquero de Conil se asienta sobre una torre almenera del siglo XVI. Con una altura de 20 m lanza su luz avanza hasta 20 millas mar adentro. Más información en el blog de Manuel. Desde el faro se puede ver a lo lejos: Acantilados de la Cala del Aceite, la fuente del Gallo, Conil e incluso el faro de Trafalgar.
En cuanto a la fauna del río, desde el punto de vista ecológico destaca la presencia del fartet andaluz, fartet atlántico o salinete (Aphanius baeticus) un pequeño pez de aletas radiales, que está catalogado en peligro de extinción. Fotografía.
¡¡El tercer tiempo baja hasta los 0 metros!! Buena elección.
ResponderEliminarPues sí José Manuel, bajamos a esa precios costa atlántica gaditana que tenemos. No será la primera vez. Por supuesto sin abandonar nuestra querida Sierra.
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