domingo, 1 de abril de 2012

FUENTE DEL DESCANSADERO (BENAMAHOMA)-CERROS PONCE Y ALBARRACÍN-ALTO DEL PUNTAL-EL BOSQUE

Partiendo desde la Fuente del Descansadero (cercana a Benamahoma y los Llanos del Campo) ascendemos primero al cerro del Ponce y después al Albarracín, para bajar visitando el aljibe y cabreriza de Las Lomas, acercarnos al mirador del Alto del Puntal y retroceder, para hacer un prolongado descenso, por la ladera Oeste del Albarracín camino de El Bosque.



 Hemos decidido iniciar la ruta en la fuente de El Descansadero por la facilidad de aparcar allí hasta 5 coches. Tomamos arroyo abajo y en 5 min estamos en la curva y puente donde está la angarilla de acceso.


Ascendemos a media ladera por un terreno rocoso, salpicado de bellos bosquetes de algarrobos. Debemos ir atentos a los hitos o traza del GPS porque son muchos los senderos de cabras que salen del principal.


Unas zonas allanadas nos recuerdan a ancestrales eras. Nos preguntamos ¿eras aquí?, ¿dónde estaría el sembrado? Más adelante encontraremos la respuesta.


En poco más de media hora estamos en el cortijo del Albarracinejo (Casa de las Zahúrdas en algunos blogs y mapas). Lugar encantador, rodeado de otras construcciones, con algún eucalipto y su buen pozo.


José Manuel AV (Naturaleza, Sitios y Gentes) nos ha cedido esta foto de 1988 donde vemos una cortijada aún entera y semihabitada. Esteban, cabrero de la zona, nos comenta que vivió allí hasta cerca de 1980 y posteriormente la usó hasta que entró en estado ruinoso. También nos confirmó el nombre de Albarracinejo.


Imagen comparativa de marzo’12 con la anterior de 1988. En su blog, Agustín García Lázaro (Entorno a Jerez) nos hace una amplia descripción de la misma.


Dejamos la cortijada y trasponemos una loma aclarada de vegetación, con largas vetas rocosas que afloran. Ante nosotros el Ponce (izq.) y el Albarracín (dcha.) y dos collados separados por otro cerrillo. La zona más clara del centro no es el sendero sino una cárcava. Desde ahí salen dos senderos (el de la derecha más seguido) que llevan a una angarilla y a un paso.


Hemos cruzado el Llano de los Fósiles, zona aclarada y usada para sembrar cereales; aquí está la explicación de las eras, situadas a media distancia entre el sembrado y el cercano Cordel de Arcos. En su blog (Entorno a Jerez) Agustín propone sea denominado Llano de Gavala Laborde, insigne geólogo que ya en 1918 describe el lugar y enumera los abundantes fósiles encontrados en él


Si hemos tomado la opción de subir por la vereda de la derecha encontrarnos este quejigo. En invierno presenta un aspecto extraño por estar abundantemente poblado de hoja (es un quercus caduco) siendo la responsable una hiedra que crece sobre él. Cuando buscamos la enredadera no la encontramos pon nacer y ascender por el interior del tronco totalmente hueco. Morirá el quejigo y tras él la hiedra al perder su maceta.


A medida que subimos encontramos miradores en los que descansar, recuperarnos y admirar la sierra del Pinar. Obsérvese la loma que hemos cruzado y la alineación de encinas.


Si giramos levemente nuestra cámara a la izquierda aparece la trapezoidal sierra Labradillo y el conjunto de sierras Zafalgar-Hinojar-Blanquillo.


Si hemos seguido el sendero más cercano al Ponce encontraremos una angarilla para cruzar; si, por el contrario, tomamos el de la derecha, nos cerrará el paso una alambrada marcada por esta calavera de vaca con la que se entretienen nuestros amigos.


Decidimos ir primero al Ponce. Desde allí nos llamó la atención unos puntitos que se movían por el Albarracín; no eran cabras sino senderistas de Utrera con los cuales estuvimos charlando después. Como vemos la cima está forrada de una cubierta rocosa que hay que trepar con cierto cuidado pero sin gran dificultad.


Ya estamos en la cima del Albarracín y desde ella vemos al Ponce coronado de una masa rocosa fácil de ascender y con buenas vistas a Benaocaz y sierras Endrinal-Ubrique.


Más a la izquierda aparece en gran macizo del Endrinal, dominado por la planicie del Simancón. Más a la derecha Coargazal y Jauletas. En la base, el cerro de las Cueva.


La misma ladera del Albarracín impide ver El Bosque al completo, pero aún así tenemos bellas estampas entre los algarrobos cercanos a la cima.


Más al completo se ve Benamahoma, casi atrapado por la ladera-lengua procedente del Pinar. También intuimos la confluencia del Majaceite con su afluente la Breña del Agua.


Hemos solicitado a Agustín (Entorno a Jerez) nos ceda esta bella imagen del Pinar conseguida en día claro y contrastado que permite confirmar el parecido que presenta la sierra con una cara de mujer (el resto del cuerpo lo formaría Labradillo y Margarita) y los profundos surcos labrados por los torrentes, uno de ellos aprovechado para subir al Torreón, pocas veces visible como aquí.


Saturados de 360 grados de paisajes, bajamos buscando la loma que lleva hacia el Alto del Puntal. Para ello evitamos una crestería y de paso localizamos este aljibe descubierto. La basta reguera encauza las aguas del incipiente arroyo hacia un pozo de decantación.


Otra reguera, más cuidada, la conduce ahora, ya limpia de barro, al aljibe. De él observamos que salía una goma hacia la clásica bañera, varios de cientos de metros más abajo. Esa goma y el cauce del arroyo lo usaremos para descender por las cercanías del Cancho del Pozo.


Hemos superado esta caseta vigía, estratégicamente situada para localizar prontamente cualquier incendio de los alrededores. Prácticamente hasta ella llega la pista de las alas delta, que podríamos usar para un descenso rápido, acortando metros abajo por un cortafuego camino de El Bosque. Nosotros seguimos el camino del Alto.


Nos llama la atención, a nuestra izquierda, una cabreriza (Las Lomas) con abundante presencia de animales: cabras, burros, vacas, cerdos, gallinas, pavos… incluso una mula con su serón puesto. Nos acercamos y encontramos a José Antonio, joven cabrero que vive aquí y cuida con esmero su propiedad. Con amabilidad nos nombra las reseñan con las que conoce estos lugares. Localizamos casi todos ellos excepto el Pilón del Buey que creímos entender dejamos a nuestra izquierda al subir al Albarracín.


Regresamos a la cuerda del Albarracín camino del Puntal, no pudiendo por menos de fotografía este trío de encinas, muy cerca de Las Lomas y que deben proporcionar a José Antonio y sus animales una agradable sombra en el ardiente verano.


Recomendamos alternar la bajada con desplazamientos a izquierda y derecha para asomarnos a las dos laderas. En esta El Bosque.


En la otra Benaocaz y su tremendo entorno: por encima El Caíllo, a la izquierda del pueblo las últimas estribaciones del Endrinal, a la derecha Sierra Alta y entre ambas la angostura por donde escapa a su campiña el Pajarito.


La zona estaba limpia de maleza (cortafuego) recordando a una dehesa aprovechada doblemente por Jose Antonio: leña abundante para la candela e hierba para sus vacas y cabras. Este altozano es el verdadero Alto del Puntal, tras él una vaguada y un  roquedo que sirve de mirador.


Descendemos ligeramente desde el Alto buscando una mejor perspectiva que nos la proporcionan unas peñas. De izquierda a derecha y sólo fijándonos en los enclaves más cercanos: el castillo de Aznalmara.


Asentamiento de Tavizna, parcialmente tapado por el cerro Mateo.


Monte Higuerón de Tavizna, tapando a la sierra de la Silla.


Charco de los Hurones. El Cabezo de Santa María parece separar sus aguas. Más cerca otros dos cerros entre los cuales circula en Tavizna. Ahora debemos retroceder, paralelos a una alambrada hasta encontrar un paso que cruzaremos para descender hasta El Bosque.


Desde ese paso desciendo un rápido e inclinado sendero (ver mapa, trazo rojo) que lleva hasta el área de los Cañitos. Lo usamos durante unos 500 m, pero después torcemos a la izquierda buscando un sendero más bonito, menos inclinado que recorre gran parte de la ladera, primero a través de un bosque típico mediterráneo y después por un gran pinar. A medio camino vemos el Cancho del Moro, que cruzaremos por entre las dos peñas.


Ya estamos cruzando el Cancho, buen lugar para descansar antes de hacer los últimos kilómetros. La foto está tomada volviendo la vista atrás.


Tras parar el Cancho del Moro encontramos bellos miradores hacia El Bosque y toda la Campiña. Para descender hasta una profunda arroyada debemos bajar estas gradas naturales, posiblemente acondicionadas por la mano humana.


Cruzamos el cauce seco, ascendemos y aparece el Llano de la Polvora que debemos cruzar de parte a parte. De él salen varios senderos: por el que hemos llegado, a la derecha, junto al alto pino; el de bajada, a la izquierda; el que vemos al frente, atajo que lleva a la pronunciada Curva de la Oveja. Pasada esa curva nos salimos de la pista y ascendemos buscándola otra vez más arriba. Antes de llegar a ella sale otro agradable sendero que lleva directo a la finca de Las Lomas. El mapa adjunto puede aclarar mejor esta descripción.


Dentro del pinar encontramos emblemáticos quejigos, como este ejemplar de grueso tronco y ramaje desproporcionadamente pequeño por la tala, recuerdo del gran bosque mediterráneo aclarado año tras año para el carboneo.


José Luis Juárez (Profundiza Albarracín) , gran conocedor del entorno, nos contó los avatares sufridos por este cerro, albergue de un gran bosque autóctono, salvajemente cercenado hasta quedar en la desolación que muestra la foto de 1958, momento en el se empezó a repoblar para evitar la rápida colmatación de los Hurones. Muchos pidieron que se plantara de almendros, pero finalmente se plantaron unos 600.000 pinos de diversas variedades (carrasco y piñonero sobre todo). José Luis opina que fue una decisión acertada.


Gran ruta que permite conocer bien este monte, como se ve en el mapa, con múltiples posibilidades, sobre todo, de bajada. Dos errores a señalar en el mapa del IGN: la pista de alas delta llega hasta la “Caseta Vigía” y la gran curva (Curva de la Oveja) de esa pista se debería cruzar con nuestro track rojo). Clic sobre el mapa para verlo a mayor tamaño.


Hacer esta ruta en sentido inverso (El Bosque-Benamahoma) y más si se hace por el cortafuego supone un esfuerzo similar o superior a subir al Torreón.

5 comentarios:

  1. Felicidades por este magnífico reportaje,tanto por la exhaustiva información como por las imágenes y la narración.

    J.L. Juárez

    ResponderEliminar
  2. Gracias José Luis. Para entender bien la parte de la ladera del Albarracín fue imprescindible la tarde que nos dedicaste y el sendero a media ladera que nos llevó hasta Las Lomas. Nos queda alguna escapada más quie hacer porque el Monte da para mucho. La foto que nos has cedido es desoladoramente maravillosa.
    Pedro Schez.

    ResponderEliminar
  3. Se echaba de menos una "integral del Albarracín"... y lo habéis conseguido: felicidades y gracias.

    ResponderEliminar
  4. buenas, no se como va esto, pero si me leeis, quiero preguntar si vais a organizar ir a la feria de jerez, y con que compañía de bus trabajais, una amiga me ha hablado de vosotros, grc

    ResponderEliminar
  5. Para que ampliéis información os diré que Cerro Ponce es también llamado, en Benamahoma, el Cancho del Buey y el pilón del buey está por debajo del mismo, entre las piedras, a su derecha si nos encontramos mirando hacia el Torreón. Un saludo.

    ResponderEliminar