Partiendo de la plaza Mayor de San Martín de Trevejo callejeamos un poco buscando la calzada romana que conduce al puerto de Santa Clara por el inmenso castañar de los Ojestos; para ello usamos la primera parte del sendero PR-CC-184 ó ruta “A Fala”, por lo del dialecto de esta zona de la sierra de Gata (Mañegu). Dejando atrás, a mitad de recorrido, a dos grandes y centenarios castaños conocidos como los Abuelos, llegamos al puerto de Santa Clara, límite entre Extremadura (Cáceres) y Castilla León (Salamanca) y avanzamos un poco más en dirección a Eljas por el camino del Puerto, para poder salir del bosque y mejorar nuestra perspectiva. Una vez visitada la planicie que se forma a 1060 m, retrocedemos por el mismo sendero empedrado que cruza el castañar, pero ya relativamente cerca de San Martín tomamos a nuestra derecha el SL-CC-208 ó sendero local “Entre ríos y bosques” que, tras avanzar nuevamente hacia el norte, se encuentra con el río de la Vega y tuerce bruscamente aguas abajo para devolvernos a San Martín de Trevejo por el convento de San Miguel (Hospedería Conventual Sierra de Gata). Desde esta zona solo nos queda enlazar con la Plaza Mayor.
Datos: Distancia: 15 km / Desnivel: 500 m / Tiempo: 4:30 H / Julio de 2015
Iniciamos el sendero en la plaza Mayor de San Martín de Trevejo (Sa Martín de Trevellu en a Fala, dialecto local), a esta hora temprana desierta, aunque al medio día se muestra muy animada. De ella pasamos a la calle de la Plaza…
…para abandonar la localidad por la calle del Puerto, pero antes cruzaremos la calle la Ciudad, preciosa travesía con casas nobles, macetones y la típica reguera de agua que corre por varías de las vías más típicas, procedente de un arroyo que es encauzado por ellas como elemento peculiar de San Martín.
Ya estamos en la calzada de piedra, camino del puerto de Santa Clara. La pendiente en este primer tramo es fuerte por lo que…
…en pocos minutos estaremos dominando un amplio paisaje con San Martín en primer plano.
La calzada mantiene un magnífico empedrado de color oscuro durante todo el trayecto, deteriorándose hacia el final, ya cerca del Puerto,…
…aunque al entrar en el castañar de los Ojestos aparece tapada por la espesa cubierta vegetal que forma la hojarasca.
A medida que nos introducimos en el interior del gran bosque de castaños el ambiente se oscurece y se vuelve frondoso y húmedo, incluso en julio, mes de nuestra visita. Ojestos se extiende por gran parte de la ladera oeste del pico Jálama (1.487 m).
Los Abuelos, grupo formado por dos deformes castaños cargados de años, de tronco verrugoso y ramas desproporcionadas respecto a los enormes troncos debido a las podas o desmoches.
Una mayor iluminación nos indica que el castañar da a su fin. Como vemos sigue la calzada pero no tan perfecta como más abajo.
Cruzamos el torrente de la Vega junto a grandes farallones y arboleda ya sin predominio del castaño, con algún roble pero sobre todo pinos.
Llegada al puerto de Santa Clara (1.020 m) donde coinciden sendero y carretera. Nosotros hemos llegado por el sendero de la izquierda y ahora tomaremos por el del centro, para poder asomarnos…
…a una planicie que se forma sobre los 1.060 m. A la izquierda de la alambrada continúa el sendero oficial (camino de Navasfrías en los mapas y camino del Puerto en la cartelería). Al fondo el berrocal granítico de las Torres de Hernán Centeno (1.271 m).
El avanzar este tramo, después de llegar al puerto de Santa Clara, tiene la principal finalidad de contemplar el castañar de los Ojestos que acabamos de cruzar. Se observa el trazo de la carretera, siendo imperceptible nuestra calzada que discurre más o menos paralela pero a un nivel inferior. Desde aquí regresamos por el mismo camino.
La mañana a avanzado y ahora algunos rayos logran colarse. Vemos la estructura de los castaños de múltiple tronco y el sendero cubierto de la hojarasca otoñal que aún perdura.
También los rayos de sol han logrado alcanzar a los Abuelos.
Pocos metros más abajo, en un pequeño alto y muy cerca del sendero, vemos una construcción, nos desviamos y descubrimos un caserío de planta circular en estado ruinoso.
Relativamente cerca de San Martín encontramos este cruce (que ya habíamos visto antes). Podemos bajar al pueblo en pocos minutos siguiendo la calzada o como hicimos nosotros tomar el sendero de la izquierda en la foto (derecha tal y como bajábamos) denominado “Entre ríos y bosques”.
En principio avanzamos otra vez hacia el norte, casi paralelos a la calzada, aunque con tendencia a encontrarnos con el arroyo de la Vega. Como vemos el sendero es amplio, cómodo, fresco y seguimos disfrutando del castañar.
Grandes berruecos forman nuevos y espectaculares berrocales graníticos afectados por la meteorización que produce grietas y posteriores desprendimientos que se deslizan ladera abajo.
Tras avanzar 1,5 km debemos torcer bruscamente a la izquierda (el sendero que llevábamos sigue) para bajar paralelos al arroyo por una vereda pedregosa y a veces inundada.
Encontramos algún azud en el arroyo…
…y también puentes de madera que permiten asomarnos a la otra orilla, donde se localiza el poblado y ermita de la Divina Pastora ladera arriba.
Nos acercamos por momentos al pueblo, el valle se abre y aparecen praderas y huertos regados por las aguas del arroyo de la Vega que pueden explicar la existencia de las anteriores represas que desvían el agua por acequias.
Ruinas del molino de los Frailes.
Hospedería Conventual Sierra de Gata, situada en el antiguo convento franciscano de San Miguel del S. XV, sin duda el mejor alojamiento de toda la sierra de Gata (4*)…
…y a su lado la pequeña ermita de la Cruz Bendita, donde descansamos un rato y charlamos con los abuelos que acuden a sus bancos desde el pueblo.
Solo nos queda dirigirnos a San Martín que intuimos al fondo el cerrar la ruta nuevamente en la plaza Mayor o subir hasta la piscina natural como hicimos nosotros.
Una buena alternativa, una vez acabada la ruta sería acercarnos a Trevejo, villa integrada en el municipio de Villamiel. Son apenas 25 casas pero muy bien conservado el lugar presidido por su gran castillo, fortaleza musulmana en lamentable estado pero aún altivo sobre el cerro.
3 comentarios:
Bonita ruta por la Extremadura mas septentrional. Recuerdo haber estado en Trevejo, hace muchos años, y estar todo ruinoso. Solo recuerdo algunos mayores viviendo allí. Supongo que se ha rehabilitado.
Y ese edificio circular... ¿podría ser un pozo-almacén de nieve como otros que hay en Extremadura?
Sí Jose Manuel, han rehabilitado algunas casas y con buen criterio a mi entender. Otra cosa es el castillo, monumental, impresionante, pero muy afectado por los derrumbes. En cuanto al edificio no sabría que decirte, lo veo un poco bajo (820 m) sería más lógico en la parte alta del puerto, en la zona de la planicie.
Hola a los dos, alguien me dijo que esa construcción era la antigua casa de los guardas del castañar.
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