Partiendo
desde el área recreativa y caserío de La Toleta, nos adentramos Guadalete abajo
por un estrecho sendero muy marcado por las bicis de montaña, hasta llegar al
azud del molino de Villalón. Salimos del valle buscando el cerro del Cincho por
la casa de la Mota, el puerto del Calvario y la ermita de la Gloria, hasta dar
con el cordel de Algodonales-Morón. Una vez allí bajamos al profundo valle del
pequeño arroyo de la Armada e iniciamos el ascenso al Cincho (527 m) por su
deforestada ladera de solana, para bajarlo por la poblada ladera de umbría,
hasta localizar la pista que nos lleva al llano de Palas, repetir el tramo del
arroyo de la Armada y regresar a La Toleta paralelos al Guadalete y a la
cercana Junta de los Ríos.
Frente al
caserío de La Toleta encontramos una alambrada que debemos seguir (sin cruzar)
por un sendero muy transitado por bicis de montaña.
El Guadalete
siempre queda a nuestra derecha. Oiremos el rumor de sus aguas y a la altura
del arroyo de La Mota podemos bajar a su cauce entre la vegetación de ribera.
Una segunda
bajada al río podemos hacerla a la altura del arroyo Sasa, aquí el cauce es
amplio y despejado, incluso podríamos avanzar por su orilla un buen trayecto.
Hemos salido
temprano y nos sale en sol otoñal en pleno valle.
La Vía Verde
de la Sierra discurre paralela a nosotros y al otro lado del Guadalete, en este
tramo muy encajado entre dos cerros o castellares. Frente a nosotros (no
visible) los restos de la posada de la Tocina, lugar donde comían los
trabajadores durante la construcción del ferrocarril de la Sierra.
Entramos en
zona de molinos (Villalón, Bastian…) y en las aguas, más transparente de lo
habitual, aparece una gran piedra molinera.
Entramos en el
sector conocido como los Castellares (del Algarrobo, de la Cuchara, de Jalifa…),
siendo muchos los cerros coronados por estos “castillos” calizos.
En algunos
puntos el sendero se introduce bajo el espeso bosque mediterráneo.
Poco antes del
tramo conocido como Codo de Villalón aparece el azud del molino del mismo
nombre.
Cuando la
pequeña presa estaba intacta debía formarse un hermoso lago en la zona.
Junto al azud
aparece esta inscripción en la que entendemos aparece una fecha: 26-9-963, unas
iniciales: JPD y alguna otra anotación: PLA…
En el punto
anterior decidimos abandonar el valle aprovechando un cortafuego y retomar
hacia la zona más montañosa de la sierra de la Espuela. Otro de los bonitos
castellares, algunos de ellos con claros vestigios arqueológicos, y en el fondo
del valle Huerta de la Rueda.
Unos chopos
nos señalan un punto donde encontramos un nacimiento que llena un depósito de
grandes proporciones. Catalogado en Conoce tus
Fuentes como Manantial de Sasa.
Ganamos con
rapidez altura y nos dirigimos por un agradable sendero al Puerto del Calvario,
que actúa de divisoria entre la sierra de la Espuela y los cerros de La Toleta
y Sosa. Observamos acebuches mayores que muchos olivos, magnas encinas y
algarrobos de gran porte como el de la imagen.
Por el sendero
que baja a la derecha del ciclista llegamos al carril, que procedente de La
Toleta abraza al cerro del Cincho y al de la Arena. La cartelería nos informa
que circulamos por el cordel de Morón-Algodonales. Un centenar de metros más
arriba quedan los restos de la ermita de la Gloria.
En lugar de
seguir el amplio carril bajamos al cauce del arroyo de la Armada, para cruzarlo
y volver a elevarnos, con lo cual acortamos bastante.
Un complejo
sistema de sendas, como ya hemos comentado bien marcados por ser usados por bicis,
nos lleva hasta el Cincho por su ladera más seca. Aconsejamos subir primero a
esta antecima que dispone de mejores vistas. A lo lejos destaca monte Agudo,
sobre el que se asienta el castillo de Cote.
Llegamos a la
cima, por decir estuvimos allí, que no destaca precisamente por sus vistas,
pero si iniciamos el descenso hacia el Guadalete encontraremos un amplio
mirador. Destacamos la gran laja del cerro del Juncal que ya visitamos en la
ruta La Laja de los Juncales.
Un lugar
tentador al que queremos visitar: el arroyo de las Hermanillas. Y otro en el
que ya estuvimos: Huerto Morisco, la vega triangular o delta del
arroyo.
Bajamos del
Cincho por la otra ladera, la de umbría, totalmente distinta. Un espeso bosque
de coscojas, acebuches, algarrobos… y muchos madroños. La bajada es
espectacular, en apenas 900 m descendemos 200 m (23%) con tramos superiores al
30%, delicia de los ciclistas.
Llegamos al
puerto de las colmenas y torcemos a la derecha por un tramo a media ladera
buscando otra vez las pistas que circunvalan este terreno.
De este tramo
destacar las vistas a la angostura de la Toleta y el par de canchales que debemos
atravesar. Más madroños, aún cargados de frutos picoteados que la falta de
lluvia de este otoño de 2013 hace que no caigan.
Circunvalando
el cerro por la monótona pista nos deleitamos con el gran valle que forma el
Guadalete en este tramo medio-alto.
Si fueran
carballos gallegos (robles) llamaríamos al lugar una carballeira, son quejigos
alimentados por la fértil tierra del Llano de Palas y las aguas del arroyo del
Cañuelo.
Quejigo del Llano de Palas, árbol singular gaditano que destaca
por el diámetro de su tronco. Como casi todos es un quejigo mocho afectado por
el carboneo.
Al otro lado
del arroyo otra singularidad, ahora una encina también de tronco desproporcionado
de hasta 7,7 m en su base. Enlace.
Nos salimos de
la pista para visitar el rancho en ruinas cercano al Llano y a un helipuerto.
De regreso
vamos buscando atajos y senderos para evitar la pista forestal. Encontramos a
la derecha, primero la alcubilla y después el pilón de la fuente de los Arrieros, catalogada en su día por el amigo J.
Manuel Amarillo.
Ya muy cerca
de la Toleta encontramos este atareado rebaño comiendo las hojas de olivos
adquiridas por sus propietarios en la cooperativa aceitera.
Estuvieron por la zona en otras épocas menos secas:
2 comentarios:
Me parece estupenda la labor de divulgación de la riqueza natural, biológica, histórica, etc. del entorno de nuestros pueblos que hacéis a través de vuestras rutas de senderismo. Un gran blog, unas fotografías buenísimas y unas grandes descripciones aunque quizás se eche en falta un mayor nivel de participación a través de los comentarios.
Saludos
Gracias por tus elogios Manuel. Ruta y fotografías aún mejorarán más tras las lluvias que estamos teniendo al inicio del invierno de 2014. Este lugar en primavera es encantador.
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