Guiados por los compañeros
de senderismo de Bornos, y ante las noticias de una posible ampliación de la
Vía Verde de la Sierra, decidimos visitar el sistema de túneles que fue
necesario horadar cuando se diseñó la traza del Ferrocarril
Jerez-Villamartín-Almargen. Previamente a la visita nos hemos leído el documento
Estudio de factibilidad para el acondicionamiento como Vía Verde del tramo
de la línea de ferrocarril en desuso Jerez de la Frontera-Puerto Serrano, que
discurre entre los términos municipales de Jerez, Arcos, Bornos, Villamartín y
El Coronil, de las provincias de Cádiz y Sevilla, al que nos referiremos en
adelante como «Estudio de factibilidad». Fecha de la visita 4 de
noviembre de 2021.
Iniciamos nuestro recorrido en el Embarcadero de Bornos, con preciosas vistas a la sierra de Grazalema y al embalse, que se encuentra solo a un 26% de su capacidad. Inmediatamente entramos en el término municipal de Arcos de la Frontera. Nuestro camino no es otro que la traza del antiguo ferrocarril, transitable prácticamente siempre, ya que las zonas que inunda el embalse se salvan dando un rodeo. Enseguida nos desviamos a la derecha para ver el primero de los túneles. (Fot. Ernesto Pangusión).
Antes de seguir nuestro recorrido revisemos un mapa del complejo de túneles con sus dos trazados: de color magenta, el primitivo, el que se llevó a cabo entre finales de la década de 1920 y principios de la de los 30; de color azul la llamada «Variante de Bornos» diseñada y construida a finales de la década de 1940 y principios de la de los 50, cuando se reactiva el proyecto del ferrocarril, aparcado con la llegada de la II República y sobre todo de la Guerra Civil, al comprobarse que el embalse inundaría tramos de la plataforma férrea primera. En amarillo la ruta que hemos seguido en la visita de ida y vuelta, aunque sin mucha dificultad podría convertirse en circular. Llamaremos «Boca de entrada» a la que mira a Arcos y «Boca de salida», la que lo hace a Villamartín. (Elaboración propia sobre mapa de Topohispania).
Correspondencia de nombre
que le hemos asignado nosotros con el del Estudio de factibilidad:
TN1-3Tri “El Embalse II) /
TN2-3Bis “El Embalse III” / TN3-No es nombrado / TN4-El
Embalse I / TN5-La Cueva / TN6-Bornos.
Por el camino que sube desde el embarcadero (punteado de amarillo) llegamos a una explanada; a la derecha estuvo la boca de entrada del túnel 3 (TN3), desde hace bastantes años totalmente cegado el interior y ambas bocas. Sobre imagen aérea hemos calculado que medía unos 90 m, y como vemos sobre él se ha edificado y trazado carreteras. A su izquierda está la boca de salida del túnel 2 (TN2), el más largo, que veremos en las imágenes siguientes.
Antigua boca de entrada del túnel 3 (TN3), usado para diversos aprovechamientos y que como hemos comentado fue finalmente cubierta de escombros, al igual que el túnel, hasta hacerla desparecer. (Fot. Tomada de la Tesis doctoral «La antigua línea de ferrocarril Jerez-Almargen», de Juan Rincón Millán. 2008).
Boca de salida del túnel 2 (TN2), como vemos velada por una puerta metálica, con un buen aspecto a lo que se refiere a la obra de fábrica, salvo una grieta en la clave del arco. Este túnel mide 1104 m, posiblemente el más largo de toda la traza del antiguo ferrocarril, que salvaba el cerro de la Plaza de Armas de la Sierra de Bornos.
Su interior (visto a través de una ranura de la puerta metálica) presenta un buen aspecto. Desde aquí deshacemos el camino y volvemos al trazado primitivo, avanzando hacia la presa.
En color, estado actual del carril (vista retrospectiva a nuestro caminar) por el que avanzamos dejando a nuestra izquierda (en el sentido de la marcha) el gran complejo de fuentes de esta zona conocido como Fontanal de la Angostura. En B&N imagen de 1930 aproximadamente con las obras muy avanzadas del conocido localmente como Primer Tajo. (Ramón de la Rosa Romero. Villamartín. Imágenes de un Siglo III).
En un punto que se puede ver en el mapa del principio, nos elevamos por la ladera buscando la boca de entrada del túnel 2. Con dificultad por la vegetación que puebla la trinchera, logramos acceder a ella.
Penetramos en su interior apenas unos metros y pronto, el suelo levantado y bastante agua, nos impiden el paso. Desconocemos hasta dónde llega ese deterioro de lo que fue el asiento de vía y el porqué de esa elevación. (Fot. Ernesto Pangusión).
Toma más cercana del mismo trecho con fondo del túnel en curva y gran cantidad de agua estancada. (Fot.: Manuel Morales). El Estudio de factibilidad lo considera «No recuperable», además de ser refugio de quirópteros cavernícolas (murciélagos). Retrocedemos, salimos de la trinchera a una zona más despejada en busca de la boca de salida del túnel 1.
Boca de salida del túnel 1 (TN1), de 714 m. Esa forma peculiar del emboquille se debe a que por la parte superior discurre y se encauza un arroyo intermitente.
Avanzamos unas decenas de metros hacía su interior percibiendo su buen estado hasta que nos encontramos con un amontonamiento de tierra y piedras que ciega y tapona casi toda la luz del túnel, percibiéndose también una brecha en la parte superior de la bóveda. El Estudio de factibilidad lo considera «No recuperable». Respetando, por supuesto, la opinión de los técnicos, su recuperación para nosotros, sería clave a la hora de reconstruir el trazado. Retrocedemos y bajamos de nuevo al camino que traíamos.
Cada vez estamos más cerca de la presa, en algunos tramos el sendero se estrecha y encontramos algún paso complicado. Algunos miradores nos permiten apreciar la belleza de la cercana angostura que logró trazar el impetuoso Guadalete entre la sierra de Bornos y la de Martega, hasta que fue detenido por la muralla de hormigón. (Fot.: Ernesto Pangusión).
Ya muy cerca de los acantilados que avanzan hacia la Casa del Ingeniero tenemos que detenernos, casi justamente donde brota en momentos más húmedos la fuente del Monje, nombrada por Fray Pedro Mariscal en 1731 como sanadora del mal de piedra. Enlace a su catalogación en Conoce tus Fuentes. Poco más adelante, tras esos eucaliptos de la derecha, estuvo la boca de salida del túnel 4 (TN4), actualmente perdida tras unos derrumbes o corrimientos del terreno que modificaron el entorno. Los técnicos que han elaborado el Estudio de factibilidad encontraron la misma dificultad que nosotros, aunque determinan que «no se ha podido determinar su estado, por contar con abundante maleza», sin que comenten los derrumbes, que para nosotros es la gran dificultad que entraña su recuperación. Aquí iniciamos el camino de regreso. (Fot. Ernesto Pangusión).
En nuestro retorno cruzamos nuevamente el túnel 5 (TN5) de 36 m y el 6 (TN6), algo más largo, 85 m; ambos en aceptable estado de conservación, como así reconoce el Estudio de factibilidad. (Fto.: Juan Ramón Jaime).
En esta imagen aérea podemos ver el inicio de la Variante de Bornos que enseguida se introduce en la boca de entrada el túnel 1. También se intuye la línea del camino actual que conduce casi hasta la boca de salida del túnel 4 del trazado primitivo, que seguía por el vaso del pantano hasta el término municipal de Villamartín, al que entraba por el túnel de la Zarza, tras un recorrido de 12,5 km. Por su parte la variante daba algo de rodeo para evitar el embalse, cruzaba el arroyo de Almarda por el majestuoso viaducto de los Veintiún Ojos, en un recorrido de 13,4 km. Ambas trazas volvían a ser una sola a las puertas del túnel de la Zarza, hito entre los términos municipales de Bornos y Villamartín. Para ver el estado de ambas bocas de entrada nos fuimos a la zona en cuestión.
Realizamos la primera visita al túnel 1. La trinchera está invadida por la vegetación y es complicado acceder a su boca. Ya en ella, para bajar a lo que fue la traza del ferrocarril, hay que descender por un terraplén inclinado terroso. El interior presenta buen aspecto y se llega sin dificultad hasta el amontonamiento de tierra y piedras que ya vimos por el otro lado. (Fot.: Juan Ramón Jaime). Pensamos que, si se pudiera arreglar de forma segura el daño de la bóveda del tramo central y retirar los escombros, este túnel podría ser practicable para la futura vía verde.
También visitamos la boca de entrada, cerrada y cuidada, del túnel 4, el que por el otro lado no es visible por los problemas de corrimientos del terreno que la quedaron oculta. La trinchera de acceso está despejada de vegetación. (Fto.: Juan Ramón Jaime). Sería interesante conocer su estado interior, y de sus 320 m ver cuantos se encuentran practicables.
Vista del doble trazado desde la ladera de la sierra de Bornos: a nuestra izquierda el primitivo, a la derecha el correspondiente a la variante, al fondo, donde convergen, los que podría ser la futura vía verde, usando inicialmente uno u otro según se decida. (Fot. Juan Moreno).
Este sería un posible trazado de la futura Vía Verde de la Sierra (quizá habría que añadir «y de la Campiña») Jerez-Puerto Serrano, tramo de la sierra de Bornos, siempre que fuera factible la adecuación del túnel 1 y la trinchera previa a la boca de entrada. Cerca del embarcadero hay un tramo que, a embalse lleno, ocupa la traza, pero que es fácil bordear la laguna que se forma o buscarle otra solución como hace el Estudio de factibilidad, que en su informe apuesta más por adecuar al completo la traza más antigua (punteado en amarillo), cruzando el túnel 5 y recuperando el 4. (Elaboración propia basada en un mapa de Topohispania).
Bibliografía
· Estudio de factibilidad
para el acondicionamiento como Vía Verde del tramo de la línea de ferrocarril
en desuso Jerez de la Frontera-Puerto Serrano, que discurre entre los términos
municipales de Jerez, Arcos, Bornos, Villamartín y El Coronil, de las
provincias de Cádiz y Sevilla. Diputación de Cádiz. Fundación de los Ferrocarriles
Españole. Vías Verdes. 2021.
· Rincón Millán, J. Tesis
doctoral: La antigua línea de ferrocarril Jerez-Almargen. Su conversión en
Camino Natural. Universidad de Sevilla. 2012.
· Sánchez Gil, P. (Coord.) «El
ferrocarril de la Sierra a su paso por Villamartín». Villamartín. Imágenes
de un Siglo III. Ayuntamiento de Villamartín. 2016.
© del texto, Pedro Sánchez
Gil, con el asesoramiento de José A. González Castilla.
© de las imágenes, Pedro
Sánchez Gil, salvo lo señalado en los pies de foto.
© de la publicación «Grupo de Senderismo El
Tercer Tiempo».
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