FLORA RUTA TORVISCALEJO - ARROYO GARGANTA

Elegimos para nuestra etiqueta de flora dos arbustos muy representados en la Sierra, el madroño y el torvisco que dan nombre a nuestra ruta y que comparten la curiosidad de ofrecernos flores y frutos al mismo tiempo. Aprovechamos para dar algunos datos poco conocidos de los mismos y que ponen de manifiesto el extremo cuidado que debemos tener con el uso de las plantas como alimentos o como medicina.

Madroño (Arbutus unedo L.) Ericaceae

Puede adquirir grandes dimensiones cuando la tierra es fértil y abunda el agua en las zonas umbrías tanto en terrenos calcáreos como silíceos. Los frutos del madroño maduran al cabo de un año, cuando la planta vuelve a florecer. Los más sabrosos son los  que, después de la maduración, llegan a contener hasta un 0,50 % de alcohol.

Las hojas y la corteza son ricas en taninos, lo que le da propiedades astringentes y por eso han sido usadas, preparadas en cocimiento, para combatir las diarreas.

El botánico español Andrés Laguna (Segovia 1494-1560) describe así los madroños: “este fructo, defuera se muestra hermoso en extremo, y, comido, hinche de ventosidad el estómago y da gran dolor de cabeza; lo cual fue causa que los latinos le diesen el nombre unedo, amonestando que nadie comiese dél más de uno”

Torvisco (Daphne gnidium L.) (Timeleaceae)

La palabra Daphne es el nombre griego del laurel. Es un arbustillo  de un metro o algo más de altura que florece en verano y otoño y continúa floreciendo cuando tiene ya frutos maduros.

Medicinalmente la parte útil es la corteza, que se desprende fácilmente y se pone a secar. Esta corteza contiene una resina muy activa que puede producir ampollas e inflamaciones por lo que su uso debe hacerse con extremada prudencia y solo por personas muy especializadas. Es considerada como una planta muy tóxica.

Dice Andrés Laguna: “Deben también guardarse y andar sobre aviso los rústicos labradores que se purgan algunas veces con ella, y, por no dar al boticario un real, se meten en gran peligro de dar al clérigo la hacienda y el cuerpo, y a los diablos el ánima.”