Siempre resulta interesante recorrer los senderos que unen localidades buscando preferentemente la cercanía; adecuadas en su momento para transitar por ellas a pie, con caballerías y en el mejor de los casos con carruajes. Nos hemos trasladado a Montecorto (Entidad Autonómica Local malagueña) y hemos buscado su conexión con el cercano pueblo gaditano de El Gastor. El sendero permanece trazado en su mayor parte y perdido en algunos tramos fácilmente reconstruibles. Las cancelas, las cadenas y los candados nos hacen dudar si permanece el paso siempre expedito; nosotros no tuvimos problemas, los candados estaban allí pero no cerrados. Ya en la zona nos salimos un tramo del camino público para visitar las ruinas de un molino harinero ubicado en el arroyo de la Angostura.
Tomamos como punto de salida una de las fuentes de Montecorto. Esta población cuenta con abundantes y ricos manantiales que provienen del cerro Malaver. Estamos ya en la parte alta del pueblo y solo es cuestión de seguir la calle por donde corre el agua para encontrar el carril de salida.
La zona por donde iniciamos el sendero, camino de El Gastor, es conocida como los Bermejales como acredita el color de la tierra que nos rodea. Vemos estos corrimientos muy habituales en las laderas del cerro Malaver hasta que fueron fijadas por los pinares.
A nuestra izquierda dominan los grandes paisajes del macizo de Grazalema. Destacan en lo alto los cerros de El Reloj y Simancón (Endrinal). Bajo ellos los cortados de Peñalaja. Más a la derecha el puntiagudo Peñón Grande y bajo él Sierra Morena de Grazalema.
Seguimos por los senderos que nos lleva el track (recomendable porque hay algunos desvíos que nos pueden hacer dudar). La ladera del cerro Malaver nos mantiene lo suficientemente altos para admirar las grandes vistas de la sierra del Pinar y Monteprieto. Destaca por su conicidad el San Cristóbal, aunque la perspectiva de la panorámica hace que el cerro Coros (en el centro) parezca la altura principal.
Nos acompañan unas indicaciones en algunos cruces y la simbología de sendero local con la leyenda “Camino Público Montecorto-El Gastor”. Desconocemos si es real o una reivindicación porque en los mapas no aparece como antigua vía pecuaria.
Vemos esta loma con su encina solitaria salvada del carboneo en su momento, siendo por aquel entonces un joven chaparro. Decidimos subir porque intuimos que el cerrete debe ofrecernos una buena panorámica de las Grajas.
Como así comprobamos desde el mirador que forma. Abajo a la izquierda intuimos el valle del arroyo de la Angostura, al que descenderemos desviándonos momentáneamente del camino público.
Antes de iniciar ese descenso hacia el arroyo nos encontramos con estas ruinas de lo que debió ser en su momento una gran cortijada. Como fondo el gran cerro de la Cornicabra de la sierra de Zafalgar.
Unos 150 m después de las anteriores ruinas giramos hacia la izquierda (aunque el camino público sigue adelante), paralelos a un afluente subsidiario del de la Angostura. Esta quebrada en el terreno se produce por la erosión realizada por las aguas al intentar llegar al Guadalete (actualmente embalse Zahara-El Gastor) entre la ladera de las Grajas y el cerro que se ve en sombra (cota 604 m).
Si miramos hacia la derecha veremos el gran mogote con meseta que forman las Grajas (1.041 m) con bastantes buitreras en los despeñaderos.
Seguimos bajando cada vez más encajados en la estrechez del cauce del arroyo hasta que logramos localizar los restos del molino harinero. Totalmente atenazado por la agobiante vegetación y un cercado, logramos solamente situarnos en su parte superior donde destacan las bocas de los dos cubos.
Vemos en detalle una de ellas, de buen diámetro, terminación y rebaje frontal para encauzar el agua que llegaba por una acequia o cao.
El interior del cubo aparece bien enfoscado y posiblemente encalado en su momento.
El agua era regulada por dos compuertas de las que solo quedan los soportes en las que se encajaban.
Todo parece indicar que es un molino de los denominados de cao, con dos cubos, que molía con dos pares de piedras. La existencia de estos elementos por duplicado hace pensar que el agua abundaba hasta el periodo de siega, posiblemente reforzado el caudal del arroyo por algún manantial. Aguas arriba nos pareció localizar los restos del azud.
Investigamos una posible salida hacia el embalse del que solo nos separa 1,5 km pero la desaparición del sendero, la existencia de una alambrada y el cierre de la vegetación nos desanima. Retomamos el camino hacia El Gastor por un sendero paralelo al arroyo. Por el trayecto encontramos este amontonamiento con pinta de dolmen.
Poco antes de llegar a estas cancelas volvemos a coincidir con el camino público. Un cartel nos indica que debemos cruzar por la más pequeña. Ello nos fuerza a cruzar el arroyo de la Angostura por su cauce, si bajara con mucho caudal nos veríamos obligados a hacerlo por la grande, siempre que estuviera abierta.
Los campos que cruzamos son zonas de cultivos de secano, algún olivar, plantaciones de almendros y encinares aclarados. Nos llama la atención este blanco y bien cuidado cortijo del Peralillo.
Destaca su blancura fruto del encalado y de la luz otoñal.
Al llegar a un alto entramos en la provincia de Cádiz y encontramos varias pistas, por intuición veremos que una de ellas lleva directamente a El Gastor y otra hacia La Ladera. Esa es la que seguimos nosotros quedando el pueblo a la derecha.
Al ser arrasado el encinar que cubría estos suelos El Gastor sufrió las consecuencias de la desforestación: corrimientos, arroyadas, inundaciones, desmoronamientos y caídas de rocas… El pinar, los gaviones y el encauzamiento salvaron la situación tras la transformación sufrida por La ladera a partir de las graves arroyadas de 1963.
Al final de La Ladera se forma un mirador al que podemos asomarnos para ver los campos de El Gastor y Olvera. Al fondo destaca el peñón de Zaframagón…
…que vemos en detalle.
El trazo verde es el seguido por nosotros, el azul el camino público a seguir si no queremos acercarnos al molino.
3 comentarios:
Amigo Pedro y cía., vaya lío con esto de los caminos públicos, privados , usurpados, perdidos, etc... Un problema eterno en estas sierras y campos nuestros (lo de "nuestros" es pura retórica). La entrada buena y detallada, como siempre, pero... la primera foto (la de la fuente, el pollo y la ropa tendía) es genial. Para premio del concurso de Fuentes. No dudes en presentarla.
Estos líos con los caminos públicos no existirían si las autoridades acabaran por hacer la labor que la ley obliga, es decir inventariar, deslindar, acondicionar y señalizar todos los caminos que sean públicos
Jose Manuel, siguiendo tu consejo he mandado la foto que indicas a Conoce tus Fuentes. Espero tener suerte. Totalmente de acuerdo con Rafael, pensemos en ese camino público que llevamos años esperando que se deslinde: Benamahoma-Zahara. Saludos a ambos.
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