Pretendemos mostrar un paseo por el valle de Bujaruelo, desplazándonos, además, hasta el puerto que da entrada al valle de Otal, retroceder y avanzar un par de kilómetros hacia la cabecera del río Ara para volver a San Nicolás de Bujaruelo y su afamado puente por la margen opuesta de la ida. Disfrutaremos de grandiosos paisajes, nos asomaremos al puerto de Otal y si así lo deseamos bajar y cruzar el sereno valle que forma el riachuelo, cruzaremos el puente de Ocins y disfrutaremos de las praderas o fenales de Laña Larga. Es mejor evitar los días festivos por la gran aglomeración de personas y coches que se concentran en la zona. Llegaremos desde Torla hasta el puente de los Navarros, haremos la rotonda que da acceso (restringido) al valle de Ordesa y desde aquí tomaremos un carril, con tramos en mal estado, hasta encontrar la zona de parking junto al puente.
Datos: Distancia 10,7 km / Tiempo: 3 h 30 min / Desnivel: Unos 400 m / Julio 2014
Después de circular en coche durante varios km por una pista de montaña aparcamos en las cercanías del puente medieval de Bujaruelo, junto a un restaurante y dejando a un lado el camping. Comparado con el cañón por el que hemos venido el lugar es amplio con agradables praderas.
Subimos en busca del inicio del sendero, señalado con indicadores de madera hacia Otal, cabecera del Ara y ruta ornitológica.
Realmente vamos por la margen derecha del río Ara (volveremos por la izquierda) por una zona donde el valle es amplio.
Pronto llegamos a la fuente de Femalla donde el sendero se divide en dos direcciones…
…hacia la izquierda el valle de Otal y hacia la derecha la cabecera del Ara y el sendero de regreso por la otra margen. El valle de Otal lo cierran los cerros de la izquierda (el río salva el desnivel por una larga cascada) y a la derecha observamos como el Ara se encaja en un profundo cañón.
Ese gran tajo lo vemos muy bien a nuestra derecha desde el carril por el que vamos ascendiendo. Observemos la pista que después haremos.
En la ladera de solana de este cerro vemos los tonos amarillos de la planta espinosa denominada erizón, que florece con fuerza e inunda las laderas de la sierra de color en el mes de julio.
A nuestra espalda van quedando el valle del río Ara y las primeras sierras pirenaicas.
Tras una considerable subida siguiendo cerradas curvas de la pista forestal o por atajos con fuerte inclinación llegamos al puerto. De pronto, tras cruzar una cancela, aparece el valle de Otal (antiguo circo glaciar)…
…bien encajado entre altas cumbres y con la clásica forma de U. Podemos avanzar hasta el puente, hasta el final o volver sobre nuestros pasos como hicimos nosotros.
Recortamos un poco el encuadre para apreciar mejor los pinares que bajan hasta el mismo fondo del valle y las cumbres calizas con sus contrastes de tonalidades.
En el lugar crecen con profusión los lirios.
Para el regreso decidimos aprovechar los atajos con lo que adelantamos bastante para llegar nuevamente a la fuente de Femalla. Desde allí seguimos la indicación de “Cabecera del Ara”, para cruzarlo enseguida por el puente de Ocins y seguir otra pista forestal, obviando el sendero que sale a la derecha, hacia San Nicolás de Bujaruelo.
Siguiendo las indicaciones de “Cabecera del Ara” nos elevamos por momentos a la vez que penetramos en un estrecho cañón. Podemos avanzar por él hasta encontrar este mirador y aún más si lo deseamos. Ya que consideramos la ruta como un paseo decidimos dar la vuelta aquí para no alargarla.
Abetos, pinos y hayas (verdes más claros) formal el piso arbóreo del valle de Bujaruelo, tampoco falta el bog, el serbal y los tejos, bien distribuidos por sus laderas. Esta zona quedó fuera del Parque de Ordesa por cruzarla una enorme línea de alta tensión que nos une eléctricamente a Francia. Pese a ello su belleza queda patente y es considerado el quinto valle del Parque aunque no oficial.
Desde un recodo de la pista vemos el valle de Otal antes visitado. En la esquina inferior de la imagen aparece la cascada por la que se precipita el río Otal a su encuentro con el Ara. La diferencia de caudal, y por lo tanto de poder erosivo, hace que sean muy comunes estos saltos.
Praderas de Laña Larga, por ella llegan a corretear escasos ejemplares de perdiz nival y perdiz pardilla, aunque prefieren cotas más altas, sobre todo la primera.
Delicia de los visitantes es la ribera del Ara, donde se aposentan sobre su verdor.
Tras este tramo anterior, amplio y acogedor, el valle se cierra siendo ocupado por el río, la pista de acceso y la línea eléctrica. En algún punto vuelve a abrirse donde se instalan los camping.
Dejamos ya bastantes coches en el parking cuando salimos a primera hora de la mañana, pero ahora, ya mediodía, el lugar está repleto. Es un sábado de julio, con día soleado y casi caluroso y son muchos los visitantes que vienen a disfrutar del lugar.
Puente de Bujaruelo. Las aguas tranquilas invitan al baño, aquí si permitido por no ser Parque.
Perfil completo del paseo. Destaca la subida hasta el puerto de Otal. Como vemos en la ida la pendiente es más suave al discurrir por la pista y el descenso mucho más brusco por bajar mediante atajos.
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