El Área Recreativa de los Llanos del Campo se encuentra en la carretera que sube hacia Grazalema, poco después de pasar Benamahoma; desde ella se inician numerosas rutas para recorrer su grandioso entorno. Esta es un sencillo caminar ideal para los que deciden ir a pasar allí el día y aprovechar para dar un paseo. Como se ve es un trazado fácil de pocos kilómetros y sin dificultad alguna. El track puede venir bien por circular por veredas poco transitadas y hay que saber dónde se enlazan unos senderos con otros. También, tanto en su ida, como en su regreso, puede servirnos de enlace para ruta más largas.
Datos: Distancia: 4,5 km / Desnivel: 128 m / Mayo de 2023
Parking para dejar los coches en el Área Recreativa de los Llanos del Campo.
Acceso a la ruta, que en un primer tramo coincide con la oficial de los Llanos del Berral.
Ese primer tramo está muy pateado por los paseantes habituales de área recreativa.
Es importante localizar este punto donde nuestra ruta abandona por la izquierda a la de los Llanos del Berral.
Nos desviamos unos metros para localizar una antigua era reconvertida en helipuerto contra incendios. Ese valle que se forma es el del arroyo Charcones. Muy al fondo la silueta de la sierra de La Silla.
Desde el helipuerto tenemos una buena perspectiva de esta loma que culmina a la izquierda en el cerro de la Peñuela y la derecha con uno de los Albarracinejos.
Desde el helipuerto volvemos al sendero y encontramos grandes ejemplares de encinas que ratifican el nombre de este monte.
Solo algún llanete, posible antiguo alfanje, rompe la presión vegetal del lugar.
Nuestro ligero ascenso culmina en este collado rocoso (710 m).
Tras el pequeño puerto iniciamos una bajada por un campo plagado de aulagas.
El sendero a seguir en este bonito tramo es realmente un torrente que evacua en el arroyo Ahijadero.
Este tramo, que podemos considerar de ida, culmina en el valle del Ahijadero. Si buscamos un lugar para descansar este bosquete de encinas es muy apropiado.
Iniciando el regreso, paralelos al arroyo Ahijadero sin cruzarlo, tenemos una buena perspectiva del cerro de las Cuevas. Por esta vertiente, siguiendo el torrente cuyo canal de desagüe se intuye hacia la izquierda, se puede subir a su cumbre.
Encina Acostá, ya en el regreso.
La ruta de regreso culmina en este suave altozano. Con ambiente húmedo, el musgo sobre la roca crea un ambiente muy agradable.
Paso por la conocida lagunilla de los Alacranes, pequeño y plano perezoso, que al llenarse vierte al Charcones.
En este roquedo brota el agua con fuerza tras continuas y abundantes precipitaciones en la sierra de Grazalema, suele ser su aparición brusca y durar poco tiempo, al coincidir con el fenómeno de trop plein (algo así como demasiado lleno), surgencia muy conocida en Grazalema como «el reventón de los caños».
Como vemos en el mapa ruta mixta con un tramo inicial común de ida y vuelta y el resto circular.
© de texto y las imágenes, Pedro Sánchez Gil.
© de la publicación Senderismo El Tercer Tiempo.
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