miércoles, 5 de noviembre de 2025

Pasarela de la cerrada del río Castril (Castril, Granada)

La Cerrada del río Castril es un impresionante cañón que ha sido modelado por el mencionado río con el paso del tiempo. Gracias a unas pasarelas encastradas en los paredones del desfiladero, diseñadas por el ingeniero Joaquín Delgado García en 1981, el visitante puede realizar un recorrido en altura sobre las aguas del río, atravesando un puente colgante hasta llegar a una galería o túnel excavada en la roca que le llevará a un precioso balcón natural donde se puede admirar una sonora cascada. Salimos del túnel y avanzamos hasta el bar Molino de la Cerra tras cruzar un puente. Desde aquí podemos completar la ruta de forma circular llegando hasta Castril o regresar. Aconsejamos esto último para poder volver a recrearnos en una nueva perspectiva del gran cañón.

Datos de la ruta: 2,63 km / ± 33 m de desnivel / 1 h 30 min / octubre de 2025


Antes de iniciar la ruta nos acercamos a unas cascadas artificiales por las que llega el río Castril procedente del cercano embalse del Portillo, que actúa como regulador del cauce. En este lugar hay aparcamiento.


Los paneles informativos nos van señalando la «Pasarela de la Cerrada» y algunos datos más del entorno.


Este paseo nos conduce hacia la taquilla.


A nuestra derecha queda un monolito en recuerdo de la inauguración en 1981 y del ingeniero que la diseñó, Joaquín Delgado García.


Ya a las puertas del inicio del sendero, nuevos paneles completan la información, como este que nos recuerda la importante central eléctrica de la Cerrada, que aún sigue allí, construida en 1918.


Otro interesante panel nos proporciona el perfil del impresionante desfiladero por el que vamos a transitar, como vemos con unos 150 m de paredones.


Pagamos en taquilla (si pensamos visitar el castillo conviene la entrada conjunta) y accedemos a la pasarela, cómoda y bien trazada por encima del río (Foto Andalucía.org).


Detalle de la pasarela con el río en el fondo.


Tras un tramo por la pasarela, pasamos a un sendero.


Solo en este punto podemos acercarnos al río Castril en un lugar muy bonito donde se remansa el agua.


Y llega una de las principales atracciones de la ruta, el puente colgante, que se mece con suavidad cuando lo cruzamos. A continuación, aparece la boca de un túnel.


Hacia la mitad de esta galería hay una ventana con una estrecha balconada, justo en el sitio donde se forma una cascada.


Puerta de salida del túnel, que al regreso será de entrada.


Un puente nos permite contemplar las limpias aguas del Castril y la vegetación de ribera de sus márgenes.


Pronto aparece el restaurante del Molino de la Cerrada, cuando lo visitamos cerrado. Aquí los paredones se hacen casi verticales.


Otra vista del restaurante, lamentablemente cerrado (no sabemos si en verano abre), porque el sitio es encantador. Oficialmente aquí nos dijeron que acaba la ruta y debemos volver.


Pero vimos una pista hormigonada que conduce al pueblo y algún cartel de ruta circular. A la derecha aparecen unas huertas.


Decidimos volver sobre nuestros pasos para recrearnos en el seductor lugar.


© del texto y las imágenes Pedro Sánchez Gil
© de la publicación «Grupo de Senderismo El Tercer Tiempo».

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