Entramos a la zona
siguiendo un carril, paralelo al arroyo Parralejo, que sale de la CA-8102 de
Prado del Rey a Zahara de la Sierra. Nuestra meta inicial es subir a un cordal
de cerros que separan los arroyos Parralejo y Bocaleones y lo hacemos por un sendero
limpio en este momento (noviembre de 2019) que nos eleva hasta un cortafuego que
corona esos cerros conocido en la zona como La Cordillera y en los mapas como
La Sierra. Por ahí están las fincas Parralejo, Las Monas, Albarranes…
Acabaremos bajando hasta el puerto de la Breña y seguiremos la pista forestal
Zahara-Benamahoma hasta el puerto del Pilar del Peñón de los Toros. Ya de
regreso seguiremos otra sucesión de altozanos hasta llegar a cerro Prieto, en
una de cuyas laderas está el cortijo de Caete. Desde allí buscaremos el punto
de inicio bajando al arroyo Parralejo y siguiéndolo durante un tramo corto.
Ruta poco conocida pero espectacular por sus panorámicas a pueblos, sierras,
cerros y montes cercanos.
Nota:
Salvo el tramo por la pista forestal, el resto de senderos son antiguas veredas
a veces perdidas, caminos de cabras y cortafuegos. El tramo que va desde el
waypoint «13-Cerro del Carraolo-Cota
684» al «14-Angarilla» es una fuerte pendiente pedregosa y suelo suelto
paralela a una alambrada. En los mapas aparece un antiguo camino que bordea ese
cerro que quizá podríamos seguir aunque perderíamos la cota 684 presidida por
un gran acebuche de dos patas y unas panorámicas grandiosas.
En el cortijo de
Caete vive Paco y su encantadora madre doña Rosario, siempre dispuestos ambos a
ofrecernos un café o una tapa de queso y orientar a los senderistas educados.
La
ruta en Wikiloc. Enlace
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Este es el carril que
parte de la carretera y conduce al caserío. Dos o tres coches se quedan bien en
los laterales. La vereda del arroyo Parralejo, antiguo camino de Zahara, se
inicia en la parte trasera de una de las casas.
Primera de las
angarillas a superar. El sendero, a fecha de publicación, está muy limpio por
un desbroce reciente (2019). Hemos ido en ocasiones anteriores y resultaba
complejo transitar por él.
Señalamos este punto
peligroso, que pueden acrecentar su dificultad las escorrentías, por la
movilidad del suelo y el considerable precipicio de la derecha.
Entre la retama y el
palmito debemos pasar para desviarnos hacia la izquierda e iniciar la subida a
«La Cordillera».
La rápida elevación
nos permite empezar a disfrutar de las primeras panorámicas como esta preciosa
vista de Algodonales, su Mogote o sierra de Líjar, partida en dos por la Cañá que ya empieza a mejorar su verdor
tras el largo estío de 2019.
Por intuición,
siguiendo un track manual de elaboración propia trazado usando las vistas
aéreas, llegamos a la ruinas de una cortijada llamada la Casa de la Sierra.
Como vemos, apenas si
queda algún tramo de pared en pie. Desde aquí seguimos un sendero más o menos
marcado que pudo ser una vereda hacía Zahara según nos informa un gandero de la
zona. También podemos recurrir a un cortafuego paralelo a una cota más elevada.
Siguiendo la vereda
comentada acabamos conectando con el citado cortafuego. Vemos un claro en la
vegetación de uno de sus márgenes y nos asomamos al primero de los miradores.
Realzada por el contraluz matinal, Zahara; al fondo la sierra del Gastor
(Algarín y las Grajas).
Avanzamos hasta
encontrar un amplio cortafuego. Aquí teníamos previsto girar 90º a la derecha,
pero lo hacemos hacia la izquierda buscando un interesante mirador. Camino de
él encontramos esta construcción al lado de lo que parece una casa en ruinas.
Nos recuerda a algún tipo de aguardo o puesto de caza.
Se confirma lo que
preveíamos, el mirador ofrece una amplísima panorámica: nuevamente
Algodonales,…
…a su derecha aparece
Olvera y el embalse Zahara-El Gastor…
…y por supuesto, una
vez más Zahara y su castillo cristiano-nazarí del que destaca la torre del
homenaje. Una vez admirado el paisaje retomamos los caminos de cabra que surcan
el cortafuego buscando cotas más altas que alternan con suaves vaguadas.
Llegamos al puerto de
La Crista. Un incendio en 1983 arrasó muchos ejemplares de encinas, solo quedó
como muestra este hermoso ejemplar y el tocón de su pareja. Cercanos crecen
algunos algarrobos de buen tamaño. (Sabemos que en esta zona (El Parralejo)
nació el bandolero de Zahara Francisco Villaescusa el Cristo, que en esta Sierra es donde cometió su crimen más
documentado y que su mujer era conocida como Encarnación la Crista. ¿Habrá alguna relación entre el puerto, el bandolero y
su mujer?
En el sentido de la
marcha, a nuestra izquierda, aparece el valle del arroyo Garganta Seca,
auténtica brecha en esa zona amesetada de la Camada del Puerto y la Breña
Chica. Rematando el gran surco el cerro de la Cornicabra. También visibles el
San Cristóbal, el Torreón y el Pilar. Abajo, en una zona clareada se intuye el
cortijo de Mataconejos.
A la izquierda el
cortijo de Caete, territorio por donde volveremos ya de regreso.
Pasamos alguna cota
más y llegamos a la 649. Miramos atrás para despedirnos de la amplísima
panorámica que hemos venido disfrutando.
Superada la cota
anterior iniciamos un suave descenso para afrontar la siguiente (684 m, la más
alta). En la zona es conocida como el cerro Carraolo. Como un hito en medio de
la pequeña zona amesetada, aparece un enorme acebuche de dos patas, bien
podados sus bajos por las cabras, que como compensación lo abonan con
generosidad a la vez que descansan bajo su sombra. Ahora nada dificulta la
visión, son 360º increíbles de vistas a media provincia.
Para no repetirnos
solo vamos a destacar dos de esas vistas: el tramo final de la Garganta del Parralejo donde se divide siguiendo cauces menores. Siempre con el cónico cerro Margarita en lo alto (1172 m).
En otro ángulo la
loma del Peñón de los Toros (1027 m) y su complicada crestería ya cercana a
sierra Margarita.
Cuando decidimos iniciar
el descenso desde el Carraolo hacia el puerto de la Breña vemos que una
alambrada nos impide el paso, además de una fuerte pendiente. Decidimos bajar
paralelos a ese cercado, salvando un fuerte desnivel de terreno suelto,
buscando una angarilla. Los mapas nos señalan un sendero a media ladera para evitar
el cerro y que efectivamente encontramos en el waypoint 14. Cada uno que decida
por donde hace este tramo, tampoco podemos asegurar que ese sendero esté
practicable. Sí afirmamos que el cerro Carraolo, el del gran acebuche merece la
pena subirlo. También se puede retroceder a buscar la senda.
Esta es la angarilla
que hemos comentado. Tras ella se inicia un camino claro (¡ojo!, con varios
ramales, seguir track) que en poco tiempo nos lleva al…
…puerto de la Breña
con su pequeño helipuerto…
…y un rectángulo
cercado y hormigonado que nos comentan es utilizado para el despiece de los
animales cobrados en las bastidas de caza mayor.
Siguiendo una amplia pista
que viene desde Zahara y se dirige a Benamahoma bajamos por una zona muy
agradable al valle del arroyo Parralejo, donde encontramos esta angarilla
(imagen tras cruzarla) e iniciamos una larga cuesta siguiendo el mismo camino
buscando otro puerto.
Lo encontramos en una
zona amplia y despejada conocida por los
lugareños como el puerto del Pilar del Peñón de los Toros, que actúa como cruce
de caminos. A nuestra derecha, por donde hemos venido; a la izquierda una
bajada a esa fuente o pilar cercano y a nuestra espalda la travesía que sigue
hacía Benamahoma, camino público siempre en litigio permanente entre
Ecologistas en Acción y los dueños de la Sociedad Breña del Agua. Nosotros
iniciaremos el ascenso por donde indica la flecha buscando un nuevo cordal de
cerros camino del cortijo de Caete.
Una zona allanada y
empedrada nos llama la atención, es una era, «de las más grandes y mejores de
la zona por estar dispuesta a dos mareas [vientos], de manera que podía
utilizarse cualquier día, soplara de donde soplara el aire», como nos aclaró
Paco del cortijo Caete.
Camino de la primera
cima nos topamos con un bosquete de acebuches arbóreos de gran tamaño
estimulado su crecimiento vertical por el ramoneo de las cabras.
En una zona señalada
en los mapas como Llano de las Torres aparece este perezoso conocido como El
Charcón. Al fondo nos sigue acompañando la loma del Peñón de los Toros.
Localizamos la
angarilla que da paso a la finca de Caete, y tras cruzarla…
…aparece otra vez
Zahara, parcialmente oculta por la Sierra o Cordillera que transitamos
anteriormente.
Desde aquí vemos ya
el cerro Prieto, tras el cual está el cortijo. Como señalamos en la imagen de
Google Earth lo bordearemos por la izquierda por un sendero bien señalado.
Ahora vemos el cerro
Prieto desde el lado opuesto y el sendero por el que hemos llegado. En una zona
estratégica y muy bien situado está el cortijo de Caete, siempre vigilado por
los perros, los más peligrosos atados.
Estos son los
dominios de la señá Rosario, donde
cuida con esmero, pese a su considerable edad, el patio con sus macetas, la
cocina, la chimenea, elabora sus quesos y ayuda en todo lo que haga falta. Tras
charlar con ella y su hijo Paco nos señalan un atajo (bastante inclinado y sin
sendero claro) que nos lleva a una vereda de sierra…
…que bordea la ladera
del último cerro en descenso hacia el valle. En su primer tramo está poco
señalado pero pronto se ensancha y permite un descenso cómodo. En la imagen lo
fotografiamos una vez pasado ya el arroyo Parralejo.
La estrecha vereda
que venimos siguiendo se introduce entre la maleza y aparece el Parralejo. En
este lugar coincide con un manantial a cauce del que sale alguna goma. Debemos
tener en cuenta que tras lluvias es posible que no podamos cruzarlo. En ese
caso, desde el cortijo baja un carril hasta la carretera que nos deja apenas a
200 m de donde hemos salido.
Mapa de la ruta sobre
cartografía del IGN.
Agradecimientos:
-A Paco del cortijo
Caete por sus orientaciones y topónimos de la zona.
-A Antonio Campanario
buen conocedor de la zona.
-A Fernando Sánchez
que nos orientó en el último tramo.
© del texto y las
imágenes Pedro Sánchez.
© de la publicación «Grupo de Senderismo El
Tercer Tiempo».
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