domingo, 12 de noviembre de 2017

PEÑA ARIAS MONTANO – EL CALABACINO - ALÁJAR – LINARES DE LA SIERRA

Iniciamos esta ruta por la sierra de Aracena en un lugar emblemático de la misma, la Peña de Arias Montano o de Alájar, máxima altura de nuestro camino, para bajar al poblado de El Calabacino, avanzar hasta la aldea de El Collado y acabar pronto en Alájar, uno de los pueblos con encanto de esta sierra. Desde aquí tomaremos la travesía que nos lleva a Linares de la Sierra. Además de las magníficas vistas que podremos contemplar desde la Peña y de las visitas culturales a realizar por las aldeas y pueblos, el agradable sendero nos permitirá contemplar las dehesas dominadas por alcornoques y encinas, sin olvidar la presencia continua de los castaños, pinos, olivares y huertos en las vegas próximas a los barrancos y riberas.
Datos. Fecha: noviembre de 2017. Distancia: 9,1 km. Desnivel: +186, -417


Nuestro vehículo nos deja en una amplia explanada ya en la Peña de Arias Montano, donde destacan el centro de interpretación Arias Montaño y unas cascadas procedentes del manantial. Desde aquí accedemos por unas escaleras a la terraza superior,…


…donde localizamos el manantial, frente a la estatua de don Benito, lugar arbolado con ejemplares plantados por el gran humanista, escritor y biólogo extremeño, hombre de confianza de Felipe II. La fuente, catalogada de alto valor, presenta un importante, aunque muy variable caudal. Enlace a Conoce tus Fuentes.


Portada almohadillada (Arco de los Novios). Su filiación puede datarse dentro de la arquitectura renacentista y lo más probable es que se trate de la puerta de acceso al antiguo jardín que creó en este lugar Arias Montano.  La leyenda popular dice que la pareja que pase debajo cogida de la mano pronto casarán.


Ermita de Nuestra Señora de los Ángeles. Importante centro religioso al que peregrina la comarca cada 9 de septiembre. Edificio construido sobre sucesivas remodelaciones, relacionado con la presencia de Arias Montano en el lugar.


A pocos metros de la ermita y al pie del mirador encontramos el campanario de estilo neoclásico, en alguna ocasión destruido por un rayo y a su lado dos garitas.


La pequeña meseta sobre la que se asienta lo descrito anteriormente acaba bruscamente convirtiéndose en un magnífico mirador sobre Alájar, al que visitaremos poco después.


Dejamos la Peña buscando un sendero que baja hacia el Barranco Valle Peral, con bastante inclinación donde aparecen los primeros castaños.


Pronto llegamos a la pequeña aldea de El Calabacino (es esa pequeña agrupación de casas que vimos desde la Peña), singular enclave donde se practica el «neorruralismo», en el que sus 100 habitantes han acordado impedir el paso de vehículos e incluso vivir sin electricidad.


Poco después llegamos a otra aldea, El Collado, con sus pocas calles muy bien empedradas, donde proliferan los alojamientos rurales. Junto a El Calabacino, El Cabezuelo y Madroñero forman las cuatro pedanías de Alajar, donde se agrupó gran parte de la población. Como dice una web de la zona son «cuatro estampas que pintores, fotógrafos y ojos sensibles sabrán apreciar en su rústica y añeja belleza».


De belleza debemos continuar hablando al recorrer los cientos de kilómetros (se habla de 700) de sendas que jalonan el Parque y de libre circulación para el senderista educado. Muchas de ellas son travesías que unen pueblos y aldeas, como esta que nos lleva…


…a las primeras calles de Alájar, desde la que vemos la Peña y asomando sobre ella el campanario y una de las garitas.


Alájar, encantador municipio de la Sierra de Aracena dominado por la Peña de Arias Montano, su nombre proviene del árabe "al-ajar" y significa "piedra". Declarado Bien de Interés Cultural que adquiere su mayor importancia durante el periodo de Al-Andalus cuando depende de Niebla y Sevilla.


Inevitable dar un paseo por sus empedradas calles y acercarnos a admirar la iglesia de San Marcos, fechado en el último tercio del siglo XVIII, aunque existen restos de edificaciones anteriores del siglo XVI. El estilo de la construcción se puede incluir en un estilo barroco sobrio.


Continuamos callejeando dirección a Linares de la Sierra y Daniel, nuestro guía, nos señala este otro aspecto de la peña Arias Montano, con formaciones en las que el agua, el dióxido de carbono y la roca caliza sufren complejos procesos de disolución y posterior formación de nuevas rocas. Algunos de esos «cachones», en terminología local, llegan a «reventar» al aflorar el agua en momentos de fuertes precipitaciones.


A la salida de Alájar tomamos la travesía que lleva a Linares, en sendero más o menos paralelo al Barranco del Hoyo. A la derecha encontramos este manantial conocido por La Fuentecita.


Por el camino encontramos muchos alcornoques al borde de la senda. El color marrón-rojizo, más claro u obscuro, del corcho, nos indica el tiempo pasado desde el último descorche. En estos grandes ejemplares vemos sucesivas sacas, ya que el bornizo solo aparece en las altas ramas.


Nos llama la atención este castaño singular, en franca decadencia, como vemos con el tronco hueco y dividido pero que logra mantener un ramaje aceptable.


Hemos llegado al puerto de Linares (706 m), divisoria de aguas entre el Barranco del Hoyo y el Barranco del Valle de la Palma, e iniciamos un rápido descenso por este pasillo hacia Linares.


Nos detenemos un momento en el merendero de la Presa, antiguo remanso del barranco que aprovechaba las aguas de un azud para el baño.


Primera vista de Linares de la Sierra, bien enclavada en un entorno arbóreo y como nos dice la web El Valle Escondido: «Un pueblo que ha pasado de generación en generación conservando sus usos tradicionales y asegurando los recursos naturales a las generaciones futuras. Linares simboliza el lino que antaño motivó el asentamiento del que procede. En el siglo XIX llegó a exportar su fruta, afamada por su calidad, no ya al resto de la comarca, sino a destinos tan lejanos como a Salamanca. Los vecinos de este pequeño pueblo a día de hoy en el siglo XXI, siguen preservando su ancestral esencia, y viviendo en armonía con la naturaleza y su entorno».


Lógicamente acabamos en la plaza de toros del pueblo, cuyo graderío preside el Alcornoque Torero del que se sienten orgullosos los linarenses o chicharreros, del que el poeta dijo: «De lo alto del tendido / inclinado hacia el albero / cita al toro del viento / un alcornoque torero».


Bajamos hasta la plaza de la Fuente donde Daniel nos presenta a Germán, abuelo del pueblo, pronto centenario, que nos muestra sus pequeñas obras de arte como este candil esculpido en madera, además de cucharas con mango de figuras humanas y mil utensilios de gran originalidad.


Por supuesto nos recreamos en la fuente Nueva, siendo una de los elementos más representativas de la arquitectura popular de la Sierra de Aracena.


El agua es aprovechada cuatro veces: al pilar cuadrangular vierten cuatro caños que salen del machón central, coronado por una cruz de forja (uso humano); las aguas comunican bajo el empedrado de la plaza con un abrevadero rectangular (uso animal) y, a través de un estrecho canal, con el lavadero circular, dotado con dieciocho refregaderos (uso doméstico). Finalmente riegan algunas huertas.


La Peña de Arias Montano, El Calabacino, El Collado, Alájar, Linares de la Sierra.



Ruta realizada con los amigos de AGAJUDO (Asociación Gaditana de Jubilados Docentes).
Agradecimientos. A Daniel y María, magníficos guías e informadores del entorno que nos dieron a conocer cada rincón de este precioso sendero. Babel Nature. Ecoturismo.
• Texto y fotografías: ©Pedro Sánchez Gil

2 comentarios:

Carlos dijo...

Bonita ruta llena de interesantes lugares, nos encanta Arias Montano y este año queremos volver, gracias por compartirla. Saludos

Pesangil dijo...

Gracias a ti por tu comentario. Hemos venido encantados del Parque.