martes, 2 de abril de 2024

Por la colada de la Breña a los perezosos y aljibe del Acebuchal (Benaocaz)

Visita que realizamos siguiendo la Colada de la Breña al Toril del Chite y Aguanueva para catalogar tres perezosos y un pozo-aljibe, todos ellos situados en el entorno de la zona conocida como El Acebuchal. El primero apenas es una charca que solo se llena con las escorrentías cercanas tras fuertes lluvias; el segundo se encuentra en el Llano de los Melones, amplia explanada ovalada de 1,5 hectáreas y más de 500 m de diámetros donde se forman varios perezosos, llegando a establecerse una considerable laguna tras fuertes precipitaciones; el tercero es una lagunilla donde pasta y bebe el ganado vacuno, destacando en sus cercanías un enorme acebuche de tamaño desproporcionado para un árbol de este tipo, formado realmente por dos oleastros gemelos que nacen de un roquedo. De regreso, tras cruzar el gran llano, visitamos un apartado rancho ruinoso en el que se conservan un horno y un pozo-aljibe.

Datos. Tipo: Lineal de I-V / Distancia: 5 km / Desnivel: ±100 m / Fecha: Marzo de 2024


Iniciamos la ruta siguiendo la colada de la Breña en dirección a Benaocaz, quedando a la izquierda el peñón del Santo.


Tras cruzar una angarilla y una cancela abandonamos momentáneamente la colada para cruzar por este amplio llano donde crece un singular algarrobo. La vista es trasera para sacar el fondo de la sierra de la Silla.


Pronto aparece la primera charca estacional que hemos denominado «Perezoso pequeño de la Colada de la Breña», apenas un reservorio de agua para el ganado y la fauna en general.


En ese punto volvemos a retomar el paso por la colada, con tramos que mantienen el empedrado. Solo seguiremos por ella un trecho corto, ya que la abandonamos por la izquierda buscando…


…el llano de los Melones, amplia explanada de más de 500 m de diámetro y una superficie de aproximadamente 1,5 hectárea.


Las aguas que no encuentran salida forman varios perezosos, alimentados por las escorrentías del entorno. En años muy lluviosos llega a formarse una gran laguna. Al fondo vemos el Salto del Cabrero.


Comenzamos a contornearla por la derecha, según llegamos, deleitándonos en el gran prado que forma.

Cuando llevamos completado casi media circunferencia aparece otra charca de menor tamaño. Desde aquí seguimos el sendero poco perceptible buscando el siguiente perezoso tras cruzar un muro.

Pronto lo encontramos siguiendo la referencia de una visita anterior.

En esa visita (enero de 2024) apenas tenía agua, por lo que pudimos comprobar mejor su profundidad.


Tomamos otra imagen desde la zona de sombra, pudiendo comprobar la presencia de alguna escorrentía que trae el agua de la ladera de sierra Alta de Benaocaz.


A su lado crece un enorme árbol que solo cuando nos acercamos pudimos confirmar que se trataba de un acebuche singular, de proporciones poco habituales en esta especie.


Si llama la atención su porte, más impresiona su tronco. Tomamos esta imagen de la zona de umbría donde se mezclan antiguas raíces ya aéreas y las rocas que fueron su cuna.


Al fotografiarlo por el lado de solana vimos que realmente son dos acebuches gemelos con los troncos muy juntos.


Desde el perezoso nos volvemos por el mismo camino y volvemos a pasar por el llano de los Melones. Las generosas lluvias de primeros de marzo de 2024 y las temperaturas cálidas han propiciado una buena primavera, que da al lugar una visión paradisiaca, acrecentada por la luz del atardecer.

De regreso al punto de partida, y ya circulando otra vez por la colada, nos adentramos por el monte buscando alguna edificación que señala el mapa de nuestro GPS. Pronto aparece un gran caserío que al acercarnos vemos su lamentable estado. Nos lo identifican como rancho del Acebuchal.


Antes de visitar su interior localizamos el horno, imprescindible en todo rancho. Su aspecto exterior promete.


Y el interior no defrauda, permaneciendo la bóveda del hogar en bastante buen estado. De aquí debieron salir grandes hogazas de pan y mantecados caseros de sabor inigualable.


El interior del edificio, una ver derruido el tejado, ha evolucionado hacia el deterioro total. Salimos por la parte trasera y descubrimos un pozo con bastante agua. La presencia de canalizaciones (actualmente desconectadas), nos indican que también cumplía la función de aljibe.

Un par de visitas anteriores a esta zona que no conocíamos nos han llevado a localizar y catalogar en «Conoce tus Fuentes»:


Todo un éxito de visita.

© de texto y las imágenes, Pedro Sánchez Gil.
© de la publicación Senderismo El Tercer Tiempo.

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