Hemos trazado una ruta circular que en gran parte coincide con la oficial, pero saliendo de uno de los aparcamientos de Sepúlveda. Al ser circular cada senderista puede optar por su punto de inicio y sentido. Nosotros hemos seguido el más habitual, primero río Duratón y después el Castilla. El primer hito importante es el entorno de la iglesia de la Virgen de la Peña, con su mirador a las hoces del Duratón y a la cueva de la Virgen; después seguimos la senda de la Puerta de la Fuerza y bajamos al puente de Picazos siguiendo la antigua calzada romana; el siguiente tramo, el más agradable, va paralelo al Duratón, con vistas a las buitreras, pasamos por la pasarela del ICONA, anexa a un alto cortado, dejaremos al otro lado del río la Fabrica de la Luz, cruzaremos por segunda vez el Duratón por el puente de Talcano, dejando al lado uno de los arcos del que dicen romano y saldremos a otro parking (también buen lugar de inicio y fin de ruta). Desde allí bajamos al puente Palmarejo, salimos de su valle con buenas vistas a Sepúlveda, cruzamos bajo la puerta de Duruelo para completar recorrido hasta la plaza de España y de allí al parking. Veamos los hitos más importantes marcados mediante waypoint y fotografías.
Datos: 6,8 Km / Unas 3 horas / ±214 m / Junio 2024
Una vez hemos aparcado tomamos dirección hacia la iglesia de la Virgen de la Peña, en un entorno agradable con parques infantiles y gimnasios exteriores. Fot.: Miguelansago.
De uno de los laterales del templo parte una larga serie de escalones que llevan a esta gruta. (Fot.: Senda Rural).
Dejamos la iglesia detrás y avanzamos por un prado con abundante cartelería para asomarnos al mirador de la Virgen de la Peña, enclavado en unas de las hoces más cerradas del Duratón y próxima a la localidad.
Desde el mirador retrocedemos, superamos el templo y buscamos este rincón desde el que sale una senda hacia la puerta de la Fuerza, ya en la «Senda de los Dos Ríos».
Pronto encontramos la llamada puerta de la Fuerza, que podemos cruzar por su gran arco.
Un cartel informativo nos pone al día de la antigüedad (S. XI) e importancia pasada.
Una calzada romana nos lleva en fuerte bajada al fondo del valle del Duratón.
Que cruzaremos por el puente Picazo, construcción de mampostería que conecta Sepúlveda con la margen derecha del Duratón.
Tomamos esta imagen del río desde el puente, ya encajado en una nueva hoz.
Tras pasar el puente giramos a la izquierda e iniciamos una senda espectacular siguiendo la margen de este afluente del Duero.
Frente a nosotros, en los verticales cortados prospera una colonia de buitres leonados. Informaciones del Parque aseguran que son más de 700 parejas las censadas.
La agradable senda parece “chocar” contra unos cortados que nos cortan el paso. Unas escaleras talladas en la roca nos suben a una pasarela adosada a ellos conocida como «del ICONA».
Nuevo hito en el río, la llamada Fábrica de la Luz, antigua central eléctrica al borde de un azud.
Poco más adelante volvemos a distinguirla entre la arboleda.
Seguimos siempre paralelos al cauce hasta encontrarnos con la «Senda Larga de las Hoces del Duratón», bien anunciada por la cartelería; enlazando con ella topamos con el puente actual que nos cruza el Duratón. Y tras bajar las escaleras de la imagen…
…uno de los arcos que queda del que dicen puente romano de Talcano.
Solo nos queda seguir el amplio carril hasta encontrar el aparcamiento de Sepúlveda, usado habitualmente para hacer la senda entre los puentes de Talcano y Villaseca. Lo cruzamos, subimos unas escaleras e iniciamos una senda bajo la ladera del cerro de la Silla del Caballo.
La bajada nos lleva al segundo de los ríos, para nada comparable con el primero, realmente se trata de un riachuelo afluente del Duratón, llamado Caslilla que cruzamos por el puente de Palmarejo.
Un sendero menos seguido nos saca del valle con buenas vistas a Sepúlveda. Continuamos la senda paralela en algún momento a la carretera, dejando a un lado los restos de la puerta del Castro.
Para pronto desembocar y cruzar el arco románico de la puerta de Duruelo que formó parte de la muralla de Sepúlveda.
Muy cerca del pueblo, y entre los cortados de la izquierda y el río Caslilla avanzamos por una estrecha vereda donde proliferan los huertos.
Finalmente, ya por las calles de Sepúlveda, entramos en la plaza de España. Allí hay bares y restaurantes para reponer las fuerzas gastadas en la ruta. Solo nos queda bajar al cercano aparcamiento.
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