Animados por las fotografías y descripciones de los compañeros senderistas, nos disponemos a visitar esta interesantísima gruta situada relativamente cerca de Arcos de la Frontera; para ello elegimos el acceso desde la antigua venta de Pepito Sanz que consideramos más adecuado que el otro desde la presa de Guadalcacín. Para completar el trazado visitamos, en ruta mixta (casi circular), la agradable loma de Los Castillejos con su yacimiento arqueológico, miradores al embalse y a la presa y a la campiña. Hacemos el regreso por el suave ascenso al vértice geodésico de sierra Valleja (298 m). Sin duda la cueva de Higueral de Valleja es el punto clave del track, con sus impresionantes salas de grandes dimensiones, su gran boca abierta al sureste, su inmenso ojo que mira al cielo llenando de luz la primera sala, un estrecho pasadizo y la segunda sala a la que llega algo de luz por sus dos respiraderos. La descripción más completa que hemos localizado podemos leerla en «El cuaderno de Beagle». Hacemos los 11,7 km de recorrido siguiendo pistas agrícolas, senderos de sierra de diversa anchura y una vereda que baja hacia la cueva, declive que se acentúa entre rocas por un sendero apenas perceptible con mucha gravilla en el que hay que tomar ciertas precauciones, sobre todo en la bajada, hasta localizar la boca de la cueva. Si nos movemos por la parte superior, muchísimo cuidado con el agujero principal de salida de la chimenea; hemos visto fotos tapizado de ramaje, pero en nuestra visita (17-12-2023) estaba totalmente libre y peligroso.
Datos. Distancia: 11,7 km / Desnivel acumulado ±202 m / Dificultad: Baja / Duración: 4 h 30 m.
Antigua venta Pepito Sanz. Cerrada de forma permanente, la usamos como parking, presentando la ventaja de confluir en ella el punto de inicio y de llegada. (Imagen tomada de la página de Wikiloc de Melkart).
Pasado este arroyo seguiremos unos 300 m hasta encontrar un cruce. Si siguiéramos adelante pronto estaríamos en el sendero que conduce a la cueva. Nosotros tomaremos en ese cruce a la derecha, ya que vamos primero a la loma de los Castillejos, y solo 100 m después a la izquierda.
Algarrobo singular. Gran ejemplar de copa amplia y varios pies. Se encuentra junto a un olivar al borde de un carril entre fincas que nos lleva a la loma.
Arcos de la Frontera. Al adquirir cierta elevación sobre la campiña localizamos al noroeste este bonito pueblo serrano sobre su peña.
Enseguida culminamos la subida a la loma y circulamos por ella siguiendo un sendero agradable, camino del final de la misma. Vimos auténticas praderas de candilitos (Arisarum simorrhinum).
Mirador a la central térmica de Arcos de la Frontera. Es una central termoeléctrica de ciclo combinado. Su combustible es el gas natural. Cuenta con una potencia instalada aproximada de 1600 MW, repartidos en sus tres grupos de generación.
Nos llama la atención una corraleta de piedra seca en la ladera de un montículo. Subimos a él y encontrando una estructura troncocónica invertida, con todo el aspecto de haber sido alguna torre defensiva. Un arqueólogo amigo nos confirma que se trata de una estructura antigua, que está catalogada como del Bronce Final, aunque existen hallazgos de época romana, visigoda y musulmana.
El principal descubrimiento en sus alrededores −realizado por los amigos senderistas José Manuel Amarillo, Carlos Soto e Íñigo Sánchez− es el de una pieza parte de una fenestella confessionis, y en estudio realizado por el arqueólogo Ramírez León afirma que formó parte de un altar de caja datado entre los siglos VI-VII, donde se solían depositar las reliquias de algún santo y que una ventana con celosía permitía a los fieles ver los restos o la urna allí depositada. Lo excepcional es que se trata de una pieza única en la península Ibérica. Esto hace pensar que pudo existir un monasterio donde se guardaban dichas reliquias. (Información obtenida de Naturaleza, sitios y gentes y la revista Almajar. Fot.: José Manuel Amarillo Vargas).
Bajamos del montículo, cruzamos una alambrada poco sujeta y avanzamos por un sendero poco definido. Nos salimos de la vereda para asomarnos a un mirador al embalse. En la foto parece tener bastante agua, pero realmente está solo a un 17% de su capacidad.
Volvemos a la vereda y mejor, guiados por el track, avanzamos en descenso hasta localizar la presa, diseñada durante la sequía de 1993 y construida con materiales sueltos y núcleo de arcilla.
El embalse de Guadalcacín está situado en la provincia de Cádiz y es el más grande de ella. Su capacidad es de 800 hm³. Abarca terrenos de los municipios de San José del Valle, Jerez de la Frontera, y Algar. Aparece en la imagen un nuevo elemento: la torre de toma de aguas.
Debido al bajo nivel de las aguas del embalse, de estas emergen las dos torres de lo que fue la presa Guadalcacín I, construida hacia 1922 y de solo 76 hectómetros cúbicos.
Desde este punto iniciamos el regreso siguiendo el mismo camino, recorriendo en agradable paseo la loma hasta situarnos a la altura de la cueva. Comederos y pequeños silos de pienso delatan la explotación ganadera de la zona. En su último tramo la amplia pista hace un giro a la izquierda para salvar una alambrada y situarnos en el sendero de la cueva, ahora en claro descenso en dirección al embalse.
El hecho de encontrarse la cueva ladera abajo nos obligará a realizar un descenso entre rocas y terreno con mucha gravilla. El track nos orientará, pero serán los hitos los que nos ayudarán a encontrar su gran boca.
Una vez dentro, avanzaremos hasta el fondo, nos giraremos y nos sorprenderá la gran sala llena de luz proporcionada por sus dos grandes aberturas: la boca con murete para guardar el ganado y el gran ojo superior.
Volvemos a salir y, tras el murete de entrada, fotografiamos la primera sala. En la parte inferior vemos el angosto pasadizo que nos lleva a la segunda sala.
…y accedemos a la segunda sala, muy oscura pese a que dispone de algo de luz natural que le llega por dos respiraderos situados en su parte alta, el alargado semitapado por rocas y el grande totalmente libre.
De regreso, con gran precaución por su peligrosidad, podemos intentar localizar la salida de la chimenea-respiradero que vimos en la segunda sala.
Visto desde aquí recuerda a una sima y es que la entrada de agua por ella y otros muchos puntos de filtración fueron los que disolvieron la roca produciendo una gran gruta que terminó encontrando salida al exterior por la boca actual. El arrastre de materiales acabo formando la estructura actual.
Dejamos el lugar, impresionados por la visita. Ya en casa investigamos la considerable información que nos proporciona un artículo publicado en Takurunna, «El paleolítico superior de la cueva de Higueral de Valleja». Francisco J. Giles Guzmán, Francisco Giles Pacheco, José María Gutiérrez López…».
-Su origen se configura a partir de los procesos de disolución cárstica de las calizas dolomíticas.
-Tras la última intervención se identificaron un mínimo de 10 niveles de ocupación paleolítica.
-Dimensiones de la sala de entrada: 12X10X10 m. El techo presenta una abertura de 4X3 m.
-Dimensiones de la cámara trasera o interior: 10X20X10 m. Está parcialmente iluminada por dos orificios en el techo.
-Su ocupación por el hombre podría datarse desde el paleolítico medio (neandertales), pero sobre todo en el superior (homo sapiens sapiens).
-Se han documentado restos de musarañas, lirones, ratones de campo, conejos, ciervos rojos, caballos, lobos…
-Material lítico. Predominio del sílex gris erosionado y transportado por el Guadalete y Majaceite: raspadores, buriles, perforadores, denticulados…
-Elementos ornamentales. Destacan un colgante configurado sobre una plaqueta de caliza y un canino atrófico de ciervo perforado.
Rehacemos el sendero de la cueva dejando ahora la alambrada a nuestra izquierda hasta llegar al cruce de caminos. Desde aquí podemos, con bastante rapidez, regresar a la venta Pepito Sanz; pero en nuestro caso preferimos dar un rodeo para subir a lo más alto de la pequeña sierra.
El carril es amplio, muy pedregoso en algún tramo, con suaves ascensos y descensos hasta llegar a una meseta donde un pequeño montículo nos atrae para subir a él y contemplar esta bella panorámica de la angostura por donde cruzaba el río Majaceite la sierra.
Vértice geodésico de sierra Valleja (298 m), en algunos mapas señalado como peñón Amarillo o simplemente Valleja.
El altozano nos permite contemplar un amplísimo paisaje. Nos fijamos en la silueta de la sierra de Grazalema, donde destaca el techo de la provincia: el Torreón.
Superada la pequeña cumbre, la amplia pista, ahora en claro descenso, nos conduce hacia el punto de llegada, contemplando en muchos momentos el pueblo blanco de Arcos.
Apuramos al máximo el zoom para centrarnos en la parte alta de la localidad serrana donde destacan las torres de San Pedro y Santa María.
© de texto y las imágenes, Pedro Sánchez Gil.
© de la publicación "Grupo de Senderismo El Tercer Tiempo".
4 comentarios:
Como siempre, perfecto. !Qué ganas tengo de hacerlo!
Gracias Paco. Te echamos de menos ese día, pero pronto volveremos por allí. Saludos Pedro Sánchez.
Estupendo recorrido y preciosas fotos.
Que pena no poderlo realizar con vosotros el día 12.
Volveremos por allí Atanasio. Un abrazo. Pedro.
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